La manzana es una de las frutas más populares, apreciada por su alto contenido en fibra y antioxidantes.
Es una excelente fuente de fibra, especialmente de pectina. La pectina es una fibra soluble que favorece una digestión saludable, ayuda a reducir el colesterol y estabiliza los niveles de azúcar en sangre.
Las manzanas son ricas en quercetina, un potente antioxidante flavonoide. La quercetina tiene claras propiedades antiinflamatorias y ayuda a proteger el sistema cardiovascular.
Gracias a su alto contenido en agua y fibra, las manzanas proporcionan una sensación de saciedad duradera, lo que es beneficioso para el control del peso.
Son una buena fuente de vitamina C y potasio, que refuerzan el sistema inmunitario y regulan la presión arterial.
El consumo de manzanas, especialmente con piel, favorece la salud intestinal, ya que nutre las bacterias beneficiosas.
